lunes, 9 de julio de 2012

TESTEANDO BIENESTAR EN LA CORTE

Ayer pasé una agradable jornada lúdica en Burjassot, organizada por la AMB y HOMOLUDICUS VLC.


En las mismas pude probar interesantes y variados juegos, como Tobynstein, que es uno de los primeros de Josep M. Allué y que me pareció bastante simpático. También jugué a Coyote, un juego muy bueno para utilizarlo en la escuela y practicar estimaciones y deducciones matemáticas. Aquí podéis leer una buena reseña sobre dicho juego. Y aquí otra más. Este es el segundo juego que pruebo de Spartaco Albertarelli, después del Kaleidos y los dos han triunfado allá donde los he podido jugar. A continuación jugué a Chivatos y Ladrones, un juego donde me pareció que el azar era lo más importante, al menos con tantos jugadores como éramos, así que no voy a hablar más de él. Para terminar la ronda de juegos cortos, jugué a Dixit Jinx, de Allué, al que ya había jugado un mes antes y acabé llevándome un ejemplar a mi ludoteca personal. Podéis leer una estupenda reseña aquí.


Por último, se presentaron un par de jugadores con pinta de listos y los enganché, junto con dos compañeros con quienes había estado toda la jornada para probar mi prototipo Bienestar en la Corte en una partida para cinco. Bienestar en la Corte es un juego de "corte" medieval donde cada jugador es un reyezuelo que quiere presumir ante sus iguales de que de todos, él es quien más satisfecha tiene a su Corte. Por tanto, el objetivo es ganar el mayor número de puntos de satisfacción. Al principio, las explicaciones fueron un poco confusas por querer resumir las reglas y no perder tiempo, además de que es un juego que cuesta captar la idea en un principio, pero terminada la primera de las 7 rondas de que consta, la mecánica principal fue captada y la partida empezó a fluir bastante bien. Al ser uno de los primeros tests, cambiamos sobre la marcha la regla de ir sacando los eventos por orden de juego, pues nos pareció así más ágil. Los atentos jugadores fueron pensando en combinar la mejor jugada, favoreciendo lo menos posible a sus vecinos de turno, procurando no ser perjudicados por acciones demasiado obvias y, además, aportaron valiosas impresiones, como la de cambiar el diseño de las fichas de influencia por uno más claro. Todos jugaron bien sus bazas, hasta la joven hija de Usul, uno de los jugones habituales de la zona y organizador de la jornada. Luego me enteré de que David y Rubén, los dos chicos que habían venido a última hora formaban parte de un club de ajedrez. Eso explica que fueran tan calculadores y les fuera tan bien la partida, hasta que fue interrumpida por la hora de la despedida. Fue una pena no poder terminarla, pero, al menos, los jugadores me comentaron que les había gustado mucho y pude comprobar que el prototipo funciona bastante bien.

 Detalle de los componentes de Bienestar en la Corte


Los jugadores muestran semblantes de concentración. Hay que pensar bastante.

Seguiré trabajando en posibles mejoras. ¡Un saludo!

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