Durante los testeos de Neuronial hubo más de un jugador con problemas de visión que se quejó de que no veía bien los números, las letras o los símbolos de las cartas así que las he aumentado de tamaño. Este es el resultado:
A la izquierda las cartas nuevas
Ahora ya no hay excusas. ¡Lo probaremos en la II Jornada de Prototipos en Homoludicus Valencia el próximo fin de semana!
La novela Los Trece Tréboles transcurre en un futuro no muy lejano, donde Tom, Aurane y Franz, tres jóvenes sagaces de diferentes países se conocen en un ambicioso concurso de videojuegos organizado por Reality Bytes Software Corporation, una de las grandes compañías internacionales dentro de la industria informática.
La historia se inspira en las célebres aventuras gráficas que se pusieron de moda en la década de los 90, gracias sobretodo a LucasArts, la división de juegos de George Lucas (Star Wars) y a otros sellos como el británico Revolution Software o Sierra Entertainment. De todas esas factorías salieron títulos como The Secret of the Mokey Island, Broken Sword, Indiana Jones and the Fate of Atlantis, King's Quest, Sam & Max o Day of the Tentacle, entre otros.
Personalmente, la aventura gráfica es un género que me encantó en su día, puesto que se trataba de un tipo de videojuego que te hacía pensar mucho más que cualquier otro género. Además de vivir aventuras interesantes, algunas de ellas plagadas de humor y otras de índole más seria, estos juegos estaban diseñados de tal manera que te obligaban a discurrir, a utilizar todo tu ingenio e imaginación para ir avanzando paso a paso hasta el final de la aventura, creando una complicidad muy especial entre los protagonistas del videojuego y el jugador.
Dicho esto y, volviendo a la sinopsis de Los Trece Tréboles, habréis podido deducir que el concurso de videojuegos que organiza Reality Bytes es de aventuras gráficas.
Efectivamente. A pesar de su corta edad, los tres jóvenes son grandes expertos en resolver este tipo de aventuras, pero en su viaje a Londres se enfrentan al mayor reto que hayan tenido jamás: una aventura gráfica desarrollada en la realidad virtual.
El objetivo es superarla con la unión de sus magníficas habilidades. Sin embargo, hechos insólitos suceden dentro y fuera de la realidad virtual, hechos acaecidos en extrañas circunstancias donde los miembros de la compañía hablan de una misteriosa organización secreta llamada Los Trece Tréboles.
Por ello, ¿será concluir la aventura gráfica el único reto al que se enfrenten nuestros protagonistas o tras el concurso se oculta algo mucho más grave? ¿Todo lo que viven forma parte de un simple juego o en realidad hay miles de vidas en peligro?
Para saberlo, no dejes de leer Los Trece Tréboles...
Hoy voy a hablaros del Kubb, uno de los dos juegos de exterior que incluimos en el proyecto de los grandes juegos de habilidad.
El Kubb es un juego tradicional de origen escandinavo. Popularmente se dice que fue inventado por los vikingos y que lo utilizaban para resolver disputas, para determinar quien pagaba la siguiente ronda en la taberna o simplemente para pasar un buen rato. El caso es que nos dejaron un buen juego de puntería para practicarlo en exteriores.
Desde los años 90, el Kubb se ha ido poniendo de moda por diferentes partes de Europa y otros lugares del mundo, gracias a algunas editoriales como Bex. Vamos a ver los componentes:
El pasado 22 de marzo tuvo lugar la presentación oficial de Los Trece Tréboles en la Casa de la Cultura de Torrent.
Mario
Máñez, mi profesor de literatura cuando cursaba el bachiller en el
instituto, realizó la presentación con un discurso
emotivo a la vez que divertido en el que nos hablaba de mí y de la obra.
Nos
decía Mario que “cuando la luz de la
galaxia Gutenberg nos regala un libro de uno de aquellos muchachos a los que
inculqué ese lema de que la literatura
es vida, siento que mis sueños se hacen realidad; como antes me lo hicieron
sentir Carmen Amoraga o Julia Zabala, escritoras ya premiadas y reconocidas”.
De
la novela destacó tres aspectos literarios que nos permiten catalogarla como
una gran novela juvenil:
