Todo el año esperando al acontecimiento lúdico más grande que se celebra en tierras valencianas y cuando por fin llega resulta que ha pasado tan fugaz como un relámpago en la noche. Un año más nos ha fallado a todos la máquina para detener el tiempo. El corazón de Quart se convirtió, más que nunca, en una fábrica de ideas y sueños... pero nadie de los que allí estábamos fuimos capaces de inventar uno para acorralar al Dios de los Dígitos y secuestrarlo por una larga temporada...
Y es que las JESTA han ido creciendo año tras año y se han convertido en una experiencia tan abrumadora que a todos nos falta tiempo para hacer todo lo que quisiéramos. Al mismo tiempo se suceden en diferentes espacios, pero en un mismo marco, actividades a las que asistiría si poseyera el don de la ubicuidad. El directo de Dias de Juego, La Base Secreta y 5MPJ en el casino, las exhibiciones de prototipos en la casa de la cultura, las presentaciones de novedades en la planta tercera, etc. Así que como no se puede ir a todo, hay que ir seleccionando.
Este año ha sido tal la presencia de la "casta lúdica" (como tildó Xavi Carrascosa humorísticamente) que no voy a ponerme a nombrar a todos. Únicamente quiero decir que el ambiente que se creó entre todos fue estupendo y que disfruté mucho con vuestra compañía.
Es difícil destacar algo cuando todo en su conjunto funciona tan bien, pero vamos a ello. De la edición de este año destaco el taller de creación y desarrollo de juegos de mesa que impartieron magistralmente Josep M. Allué y Dani Gómez; la gran actividad de la zona de prototipos, en la que estuve mucho menos tiempo de lo esperado (el año que viene tendré que sacrificar algunas cosas para aprovechar más esta zona); la presentación de novedades de Blauberry, ya que estuvimos Javi y el que suscribe haciendo una demostración de Architectown, al que ya le falta poco para ver la luz; la presencia sensiblemente mayor que el año pasado de mi chica, que lució el logo de Universo de Juegos, su proyecto lúdico personal; y, por último, el gran ambiente que se respiraba por todos los rincones provenientes de amigos, aficionados de pro y no tan pro, autores noveles y ya consagrados, ilustradores que daban color a todas las escenas, editores accesibles, amables tenderos, blogueros incansables, voluntarios entusiastas y la organización atenta y siempre dispuesta para lo que hiciera falta, con Miguel Ángel Pedrajas capitaneando el barco que lleva viento en popa, espero que por mucho tiempo.
Y ahora os dejo con algunas imágenes rescatadas de estos días tan efímeros como entrañables:
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Asistentes del taller de Allué y Dani (imagen de Cremant Muses) |