El PUSH es un juego de origen indio. La historia cuenta que fue importado desde Jaipur a Europa por un noble escocés en el año 1889. Su hija, Lady Mac Phearson's, lo encontró en el equipaje y se enamoró de este juego que, en un principio, fue privilegio de los nobles escoceses y con los años se fue extendiendo al resto de la población. Posteriormente y, tras la muerte de Lady Mac Phearson's, el juego cayó en el olvido. Pero el autor alemán Steffen Muhlhauser lo ha recuperado con este rediseño que salió a la luz en 2001.
Cada jugador recibe 12 fichas y las van lanzando por turnos. Las fichas que entran en un agujero se quedan en éste toda la partida y las que fallan permanecen en el lugar donde se hayan detenido. Esta es una de las gracias del juego. Así puede pasar que el lanzamiento de una ficha empuje a otra adentro de un agujero.
Al terminar de lanzar todas las fichas termina la partida y se cuentan los puntos. Ahí va la otra gracia: no todos los agujeros cuentan igual. Desde el punto de vista de cada jugador, las piezas que meta en su fila más cercana le darán un punto, las de la segunda fila 2 puntos, así hasta las de la quinta fila, que le otorgarán 5 puntos.
Además, existen puntos extra por formación. De esta forma, si un jugador consigue un cuatro en raya horizontal ganará tantos puntos extra como la línea en donde lo haya conseguido. Los cuatro en raya verticales y diagonales le darán 3 puntos extra, sin importar el lugar del tablero donde lo haya hecho y hacer una cruz también le hará ganar más puntos. Pero, ¡cuidado!, alinear 5 fichas del mismo color resta 2 puntos, así que no hay que pasarse.
Por último, formar un cuadrado o un rombo da 2 puntos (bueno, estas formaciones me las he inventado yo para darle aún más vidilla).
En definitiva, estamos ante un juego rápido, que requiere mucha precisión y algo de suerte con los rebotes y las ayudas sin querer de los compañeros de juego. Además, en las últimas rondas suele ser habitual calcular los puntos de todos los jugadores para decidir donde lanzar las fichas finales. Con la práctica, acaba siendo un juego muy adictivo. No me extraña que Lady Mac Phearson's jugara tanto en las frías tardes de invierno escocesas.
Os dejo con algunas imágenes de los alumnos y alumnas en acción:
Aprendiendo las reglas en la PDI
Entre principiantes es normal que se formen estos atascos de fichas
El jugador amarillo está triunfando (ya lleva 14 puntos)
Las fichas que salen fuera se dejan en las esquinas
¡Toma, una de cinco!
Un buen juego.
ResponderEliminarLas fotos son fantásticas.
Nunca había oído hablar de este juego y la verdad es que pinta muy divertido. Gracias por la reseña. Un saludo.
ResponderEliminarGracias a vosotros por vuestros comentarios.
ResponderEliminarEste juego fue difícil de conseguir y parece ser que hay poquísimos en España. A mi me gusta mucho. Os lo recomiendo a todos en general y, como filler, a los expertos en juegos largos en particular.