Amigos, después de unas merecidas vacaciones vuelvo a retomar el blog con una reseña contando la impresión que me dejó este juego de alta costura llamado ROKOKÓ, diseñado por Matthias Cramer, Louis y Stefan Malz y preciosamente ilustrado por Michael Menzel.
FICHA TÉCNICA
Autores: Matthias Cramer, Louis Malz y Stefan Malz
Ilustrador: Michael Menzel
Año de publicación: 2013
Editorial: Pegasus Spiele
Jugadores: 2 a 5
Edad: 12+
Duración: 60-120 minutos
INTRODUCCIÓN
Durante el reinado de Luis XV la nobleza se reúne en eventos fastuosos y todos quieren deslumbrar al prójimo con elegantes y asombrosos vestidos hechos con las más pomposas y exclusivos materiales de confección. Faltan muy pocas semanas para el gran espectáculo de fuegos artificiales y todo noble que se precie desea estar preparado para despuntar en tan magna cita.
Tu labor será la de contentar a dichos nobles procurándoles las mejores galas, proporcionando la mejor música de cámara, aderezando el escenario de palacio convenientemente y reservando las mejores vistas para la gran noche de fuegos de artificio. De esta forma te convertirás en el más prestigioso de los maestros de ceremonias de la Corte y tu buen hacer será debidamente recompensado y comentado durante años.
El juego viene cargado de abundantes componentes de muy buena calidad (caja customizada - Foto BGG) |
DESARROLLO DEL JUEGO
A lo largo de siete rondas, cada jugador gestionará una plantilla de empleados con los que deberá realizar diversas tareas de etiqueta. Al principio, todo el mundo empieza con la misma plantilla, formada por dos aprendices, un sastre de nivel intermedio y un par de maestros de la costura.
En cada ronda, los jugadores eligen en secreto tres empleados con los que jugarán los turnos de dicha ronda y dejarán a un lado las cartas restantes. Una vez hecha esta elección, los turnos transcurrirán de forma alterna hasta haber jugado las tres cartas seleccionadas.
Cuando se juega una carta, el jugador realiza una de las acciones disponibles y luego aplica el bonus que figura en la carta jugada (si lo hubiera)
Tablero personal con las 6 acciones disponibles y la colocación de tus cartas |
ACCIONES DISPONIBLES:
Sólo hay 6 acciones para hacer en Rokokó, que son las siguientes:
1- Obtener el favor de la Reina
Básicamente ganas 5 monedas y te conviertes en jugador inicial
2- Ir a comprar telas, hilo o encaje para confeccionar vestidos
Adquieres una loseta del material elegido (te puede salir por 0,1 ó 2 monedas)
Ejemplo de losetas de material para confeccionar fastuosos vestidos (foto BGG) |
3- Confeccionar un vestido
Pagas el coste indicado en el tablero, entregas los materiales requeridos y ya tienes hecho el vestido, que podrás vender inmediatamente para ganar una buena cantidad de dinero o alquilarlo a la nobleza para la gran gala que te reportará prestigio al final de la partida.
4- Contratar un nuevo empleado
En cada ronda hay 4 personajes susceptibles de ser contratados. Pueden ser aprendices, seniors (nivel intermedio) o maestros. Lo que está claro es que tienen mejores habilidades que nuestros empleados de base y que, a medida que transcurre la partida, cada vez aparecen mejores personajes (hasta nivel 6).
El primer jugador en contratar cada ronda debe pagar 5 monedas, el segundo 3, el tercero 1 y al cuarto le sale la contratación gratis.
Los sastres con fondo terracota otorgan puntos al final de la partida. No los perdáis de vista. |
5- Asignar un empleado
Si un empleado se te ha quedado obsoleto o necesitas urgentemente dinero existe la posibilidad de enviarlo a la Corte. Según su categoría te reportará una cantidad menor o mayor de monedas. La carta se pierde.
6- Invertir en decoración
Con esta acción puedes engalanar una fuente, decorar una estatua, reservar la actuación de un músico de cámara o adquirir el derecho para que uno de los nobles a los que hayas alquilado un traje pueda disfrutar del castillo de fuegos artificiales desde una posición privilegiada en la terraza del palacio (al final de la partida y como mágico fin de fiesta).
FINAL DE RONDA:
Al final de una ronda (todos los jugadores han jugado sus tres personajes elegidos al principio más los contratados por el camino) cada jugador recibe 5 monedas más los ingresos extra que se consiguen por engalanar la fuente.
COMIENZO DE UNA NUEVA RONDA:
Cada ronda se inicia rellenando los huecos del tablero con nuevos materiales, descartando los vestidos de los dos espacios situados más a la derecha de la parte inferior del tablero y desplazando el resto hacia esa dirección, sacando nuevos vestidos y colocando a 4 nuevos empleados para contratar (si quedaba alguno de la ronda anterior se descarta).
FINAL DE LA PARTIDA:
Tras jugarse la séptima ronda la partida termina con el espectáculo de fuegos artificiales. Primero se puntúan monedas, cartas, mayorías en cada salón y en inversión en los fuegos y entonces cada jugador sube los trajes que haya conseguido colocar en la última planta a la terraza, siempre que tenga espacio para ello. A continuación se puntúan estatuas, propiedades (vestidos, adornos y músicos) y losetas de puntos de victoria. La suma de todos estos factores determinará el ganador de la partida.
OPINIÓN PERSONAL:
Como os habréis podido imaginar, Rokokó es un eurogame de los de ensalada de puntos. Se puntúan tantas cosas que los jugadores tienen que decidir entre centrarse más en una vía de obtención de puntos o ir un poco a todo. Este factor hace que sea difícil controlar quien va en cabeza y el final de la partida se hace muy emocionante.
A pesar de haber sólo 6 acciones a escoger en cada turno la profundidad que se alcanza va mucho más allá debido a la combinación de estas acciones con la gestión de la mano, que además, al tratarse de un deck building (para los lectores inexpertos viene a significar crear tu propia mano de cartas), adquiere momentos en los que hay que hilar muy fino para conseguir los mejores resultados (y vestidos, así me sale el chiste, jaja).
Al principio de la partida, los salones del palacio están vacíos de vestidos y ornatos |
Como en todo deck building que se precie, existe una acción para limpiar tu mazo de cartas que se hayan quedado anticuadas a causa de su bajo nivel. En el juego se denomina a esta acción asignar un empleado, que no es otra cosa que mandarlo a tomar viento fresco pero de manera diplomática. Además te pagan porque se supone que lo cedes a la Corte. Y esto de despedir se puede hacer de dos formas: la cutre es que el propio empleado que juegas en tu turno se da de baja de tu plantilla. La buena es utilizando a un empleado mejorado (de los que salen más adelante) que te permite realizar otra acción, porque despedir a alguien a secas es, literalmente, perder una acción.
A mí, personalmente, lo de despedir empleados no me parece demasiado útil. De hecho, no utilicé dicha acción en toda la partida y me fue estupendamente. Así que no creo que sea tan necesaria como en otros juegos (y estoy pensando en Lewis & Clark).
Me sorprendió un poco que los vestidos de la zona de confección no se ordenaran de más a menos caro según su valía. Esto lo achaqué a que los autores querían dar más valor al jugador inicial, así que éste, al inicio del turno se puede encontrar con la posibilidad de confeccionar un vestido de los que están únicamente al alcance de los maestros costureros por muy pocas monedas (los materiales de confección no varían, eso sí).
Al final de la partida quedan muy pocos espacios vacíos |
Amigos, estoy convencido de que la fuente tiene una importancia vital |
Mi otro consejo, ya puestos, es que lleguéis a la última ronda con sastres maestros (que son los únicos que pueden contratar) y el dinero suficiente para contratar nuevos empleados, puesto que los últimos que salen son muy buenos y te pueden dar la partida.
Al final de la partida, los nobles más afortunados contemplan el castillo de fuegos artificiales desde la terraza. Los demás deben conformarse con una ventana |
Por último, tener vestidos de la más bella factura en la última planta y los espacios reservados para éstos en la terraza son otro de los aspectos fundamentales para conseguir muchos puntos cuando lleguen los fuegos artificiales.
¿Ya he dicho que me encantan las ilustraciones de Menzel? |
Y vamos terminando. He oído quejas acerca del tema, que si era muy sibarita, que si era muy finolis, pero, aparte de que lo que importa de un eurogame es su mecánica, no todo va a ser matar trolls o conquistar fortalezas. Así que Rokokó me parece un juego muy entretenido, lleno de posibilidades gracias a la combinación de acciones con la plantilla de empleados que te vayas haciendo durante el transcurso de la partida y, en definitiva, un juego que aúna mecánicas de mayorías y construcción de mazos de una manera brillante. Todas estas posibilidades hacen que el camino a la victoria no sea coser y cantar a pesar de contar con numerosos sastres a tu disposición.
Nada más, espero que os haya gustado. Y recordad que podéis seguir el blog por facebook, google+ y twitter, con contenidos extra y noticias de otros amigos lúdicos.
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